Dinosaurios que cambian de sexo

 Parque Jurásico es una película mítica en la cinematografía, en esta los protagonistas se sorprenden cuando descubren que el grupo de hembras clonadas se están reproduciendo entre sí. La explicación a esto está en que los investigadores al no poseer el genoma completo de los dinosaurios se parchea con genes de lo que pensaron parientes cercanos, reptiles y anfibios, sabiendo hoy que lo idóneo habrían sido las aves. Estas especies usadas son capaces de cambiar de sexo espontáneamente en, por ejemplo, cambios de proporciones en machos y hembras.

En la naturaleza se encuentran especies de peces y reptiles que nacen hermafroditas y según las condiciones ambientales se desarrollan como machos o hembras. Las condiciones que pueden determinar que estos individuos se diferencien en un determinado sexo puede ser la proporción en la cantidad de machos y hembras, nombrado anteriormente, o la temperatura del agua, entre otras. Este cambio no supone más que un juego de hormonas muy bien calibrado, siendo un caso de epigenética al ser clave las condiciones ambientales que desatan modificaciones como: metilaciones, modificaciones post-traduccionales de histonas y RNAs no codificantes.

La condición ambiental más estudiada es cómo afecta la temperatura del agua y, según aumenta el conocimiento se van esclareciendo los hechos. En este caso existe una proteína con actividad enzimática, la aromatasa, que tiene capacidad de catalizar los andrógenos en estrógenos. Para evitar que las fluctuaciones de la temperatura provoquen una cantidad aleatoria de machos y hembras, se investigó que contienen esos posibles cambios continuos; la línea de investigación se enfocó en el promotor de la aromatasa. Este promotor se encontraba metilado al aumentar las temperaturas, evitando que se transcriba este gen, elevándose los niveles de andrógenos y atrofiándose las gónadas femeninas. Aquí vemos un claro caso del efecto del ambiente pero, aunque la epigenética altera la proporción de sexos en la población, el genoma continúa siendo de hembra y las metilaciones en éste solo se heredan una generación, por tanto esto no supone un efecto evolutivo a largo plazo.